Martí Teixidor. por N. del Río |
Obra de Martí Teixidor. Cortesía M. van Steen |
El
próximo día 24 de febrero tendrá lugar la inauguración MT.V=H
que permanecerá abierta hasta el 26 de marzo. Podremos verla en el
Centro Cívico Fort Pienc. Metro-Arco de Triunfo. Barcelona.
Entrar en el
universo de Martí Teixidor, "Vitriol", (Barcelona, 1930)
no es fácil, sus imágenes invaden los sentidos de una manera
angustiosa, escatológica, opresiva... pero a la vez, sensual,
erótica, -para algunos-, pornográfica; en sus cuadros se alternan
de igual manera, lo monstruoso con lo bello, lo popular con lo culto,
provocando inevitablemente imágenes de impacto, con una ejecución
impecable.
Lo monstruoso para
él, responde a la propagación de la incultura, de la destrucción
del Arte y cuyos actores: galeristas, marchantes, críticos, son
precisamente los que se lucran con la muerte de la pintura a través
de la abstracción y la estulticia humana. Una iconografía demoniaca
donde las obras de Picasso, -un "criminal" para Teixidor-,
Tàpies, etc., se convierten en emblemas figurativos de esta
aniquilación; y por otro, lo bello, para Teixidor, el origen de la Vida, de la Belleza, del Arte, es femenino, por eso muchas de ellas, se
muestran desnudas, icónicas, atemporales, la Mujer como
representación eterna del Arte. Utiliza iconos de belleza de todas
las épocas y de todos los discursos, desde la "kore" de la
antigüedad hasta iconos del cine o la moda: Audrey Hepburn, o
Claudia Schiffer..., lo culto y lo popular fundido.
La búsqueda
incesante de la Belleza, es el objetivo del arte y en el momento que
se aparta de él, éste se pudre y muere. Da una fecha concreta, 1945, el
final de la Segunda Guerra Mundial. Lo que vino después para él,
está muerto, es una imposición. Producto artificial de decisiones
comerciales, de galeristas y críticos.
Sus obras son
densas, abigarradas, pintadas con luz artificial, en acuerdo con
Carlos Mensa; un horror vacui define el lienzo como un universo
completo donde las verdades son desveladas, su discurso narrativo es
inquietante, se vale de fondos neutros, matéricos, o de una
angustiosa combinación de colores, se ayuda con las imágenes sin
escala, dispuesta sobre un espacio sin fondo, o inquietantes puntos
de fuga, recurre a la galería de rostros para mostrarnos una gama,
en una primera vista aleatoria de gestos, cada uno de ellos, es en si
mismo una obra de arte, y sin embargo, es elemento fundamental para
la descripción del conjunto, que poco a poco, va revelando su
intención.
Teixedor es
wagneriano en cuanto que persigue la "Obra total". Las
referencias a ella son recurrentes. Se nutre de las tesis según las
cuales debe nacer un nuevo arte que, uniendo música, poesía y artes
plásticas, reuna en sí la esencia más profunda del Arte, una doctrina de regeneración de la humanidad, por esto, el protagonismo de los niños en sus retratos, y en sus principios estéticos, la inclusión de textos y de rostros, y cuadros homenajes a Wagner, Mozart, Beethoven, Bach, o incluso a óperas: "Orfeo y Eurídice"... persistentes en su obra. Pero su vínculo con Wagner va más allá, no es sólo filosófico, en 1955 ganó el premio Wagner de pintura1.
Los títulos son
claves para la comprensión de la idiosincracia de Vitriol: "Verum, Bonum,
Pulchrum", "Dresden", "Lo inimaginable en una
sociedad sana", "El baile de San Vito"... insertados
en una pintura de símbolos, pintura con un discurso elaborado, que
bebe del Pop art, del realismo social, del simbolismo, del
regeneracionismo, y concretamente, de la pintura catalana de los
70´s, y que Teixedor define como "Suprarrealismo", como
una contracultura, opuesta a la oficialidad2
y uniformidad del Régimen Franquista, esa imagen de prestigio y
modernidad totalmente artificial que ve Teixidor en el Informalismo3
exportado de aquellos años y que catapultaron al éxito el fin del Arte.
La década de los
70's fue un hervidero cultural en Cataluña, en sus palabras: "un
gran ambiente artístico", se empieza a vislumbrar el fin del
Régimen y la efervescencia de la oposición se hace más candente
que nunca, los símbolos del poder y de la unidad han de ser
aplastados, y Teixidor, eterno rebelde, actúa en esta idiosincracia,
es dónde debemos entender la repercusión cultural y popular de su
"homenaje" al Barcelona. Cuestionar el equipo del Régimen,
Real Madrid, mediante la exaltación de su sempiterno enemigo, era
coger el testigo de la rebeldía, oponerse visiblemente, convertirse
en un pintor máldito, pero yendo en sintonía con lo que se
predicaba en aquel momento en Arte, el relevo del Informalismo, la
superación del arte oficial e inocuo, como respuesta al arte
incomprensible de la élites, y "en España el relevo venía de
manos de un realismo social que tomaba el carácter de protesta y reivindicación"4...
No podemos obviar
que Teixidor es escritor. La afición por la escritura se manifestó
pronto, con 12 años empezó a escribir una novela; sin embargo, la pintura llegó antes, en
una anécdota de su infancia, revela su pronta determinación por los pinceles, con sólo seis años confesó
querer ser pintor.
Las Artes siempre han estado gravitando alrededor de este polifacético artista. El primer intento fallido de pertenecer a este "mundo de las ilusiones" como el mismo define al mundo del arte, fue la música. Tras la muerte de su hermano llegó la pintura. Algo más tarde la escritura.
Las Artes siempre han estado gravitando alrededor de este polifacético artista. El primer intento fallido de pertenecer a este "mundo de las ilusiones" como el mismo define al mundo del arte, fue la música. Tras la muerte de su hermano llegó la pintura. Algo más tarde la escritura.
En sus cuadros hay
unas constantes referencias a sus libros: pintando sus textos,
trascribiendo sus títulos, o incluso pintando sus portadas. Seguir
su discurso es complicado, parece perderse en bifurcaciones
imposibles pero al cerrarlo, lo concatena todo. Extenuante. Ha
escrito ocho mil páginas. Ocho volúmenes. Su obra literaria
pertenece a la pintura, como su pintura pertenece a su literatura:
"Mirabilis amago. Tractado de Arte y Alquimía...".
Reconoce que su tratado es demasiado denso para ser publicado y por
tanto, se vió en la obligación de hacer una reducción, tres
partes: "Alma Puta","Alma Hueca","Alma
Nula", aún tiene en proyección el apéndice.
La alquimia como
elemento fundamental de su obra, haciendo mención constante a ella
no sólo desde su seudónimo "Vitriol", que se puede
entender como el
nombre de un compuesto químico: un sulfato cáustico de varios metales, o el acrónimo que se utiliza en rituales masónicos: Visita Interiora Terras Rectificatur Invenies Ocultum Lapidum, de modo que esta locución latina con "sus siete letras y sus siete palabras simboliza toda la Gran Obra"5,
otra vez referencia a su voluntad de "Obra total", o
incluso en el nombre de la
protagonista de su obra escrita y de sus cuadros, la encarnación del
Arte, Hidrargiria, término médico que significa una intoxicación
mercurial... Este tratado versa sobre el fin del arte, comprende la
existencia de ciclos artísticos que nacen y mueren, desarrolla un
legendarium, a la manera de "El señor de los anillos"
-tiene un poster en su casa-taller-, ubicado en una especie de Edad
Media. Estas distintas fases han supuesto la muerte de su precedente
para nacer con nuevas fuerzas y desarrollo, así al Románico le
sucede el Gótico, el Renacimiento... el suicidio de Hidrargiria en
el primer libro "anuncia el fracaso del mal llamado arte
contemporáneo y el advenimiento de un nuevo concepto pictórico: el
suprarrealismo". Transfondo wagneriano.
Toda la obra de
Teixidor se ha de vincular al trabajo conjunto de su compañera por
más de cuarenta años, Lara: La buscadora de
títulos, la fuente de inspiración, la fiel copista de los
manuscritos, el contrapunto, el equilibrio... la también pintora... Su reciente
pérdida ha sido un gran adiós para Teixidor. Ha tenido que decir
también adiós a la pintura. Sin ella, sin su personal Hidrargiria
no puede haber más cuadros.
1"Martí
Teixidor es un polémico pintor catalán que ganó en 1955 el Premio
Wagner de pintura concedido por los nietos de compositor, con motivo
de los Festivales celebrados en Barcelona. Posteriormente ha
realizado una serie de dibujos wagnerianos a la pluma que han sido
exhibidos, con gran éxito, en diversas ciudades de Austria".
Wagnerismo
en España. Jorge Mota Arás y María Infiesta Monterde.
2
"Luis
González Robles fue el comisario para la XXIX Bienal y el artífice
del "milagro" del arte español,(...)se trató prácticamente
la misma selección que repitió en todas las selecciones oficiales
posteriores para el extranjero durante esta etapa".Victoria,
Salvador. El
informalismo español fuera de España. Biblioteca
Aragones de Cultura. p. 59
3
Para
Cirici durante el Franquismo no existió una estética determinada,
sino una "adaptación que los artistas visuales y los
críticos, los del arte monumental con aspiración museable, los
del arte comercial propagandístico, hicieron para ser compatibles
con las distintas etapas de aquella trayectoria, y para cosechar en
ellas los pingües premios de lo oficial o, en el nivel mínimo, la
inmunidad frente a la represión". Cirici, A. La
estética del franquismo.
Editorial G. Gili. p. 12
4
Victoria,
Salvador Op. Cit. p. 160
5http://www.universoenergetico.com.ar/articulos/informacion-y-simbolismo-del-vitriol/
Para ver más:
La Gran Verdad en la Pintura. Lo moderno es ahora , el artista vuelve por sus fueros. Bien por el Renacer en el Arte.
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