"Blaus del nord". Fotografia Pep Tur |
"Ciutats invisibles". Fotografia Pep Tur |
"Ser o no Ser". Fotografia Bonet Vallribera |
Sin título |
"La casa dels meus somnis" |
EL ARTISTA: BONET VALLRIBERA
Bonet Vallribera nace en Sant
Antoni de Portmany en 1965. Sus inquietudes personales y el ambiente
artístico en el que crece, le llevan a desarrollar su creatividad
como autodidacta hasta que se diploma como Interiorista en 1992 en la
Escuela de Artes y Oficios de Eivissa.
Desde 1992, año en que realiza su
primera exposición individual en la Galería Metrópolis hasta la
actualidad, ha realizado multitud de exhibiciones. Si resumimos su
participación en espacios culturales, destacaremos que ha expuesto
en los principales de Eivissa, inclusive el Museo de Arte
Contemporáneo con la instalación "Reflexos de canvi" en
el 2014-5, y ha realizado exposiciones individuales entre otros
espacios: en 2011 en la Galería Octógono, Avilés; Sala del Antiguo
Mercado de Requena; 2012 Complex cultural Juneda, Lérida; 2013 en
Casal Son Tugores, Alaró, etc., y teniendo una dimensión
internacional en exposiciones colectivas tales como: en 2009 Feria de
Turismo de Londres, proyecto cultural del Gobierno Balear, Londres
"Viatge al Paradis", en 2011 Galerie Meinblau, Berlín, y
en los más significativos centros expositivos de Baleares entre
otros: en 2014 Casal de Cultura Can Gelabert, Binissalem y Sala
d’exposicions “Ajuntament vell” Formentera.
Boned Vallribera es un artista
multidisciplinar que logra conectar su trabajo con una concepción
dinámica de la obra artística, utiliza la luz como expresión,
tanto una fuente de luz artificial, elemento artístico en sí mismo,
y no sólo como emisor de luz, como con lo que
Aristóteles distinguía como “lumen”,
no corpóreo o sin sustancia, lo que el poeta llamó: "doremos
la luz" y este lumen le sirve para configurar espacios
increíbles, imaginativos, en connivencia con lo que Thomas Wilfred
afirmaba: “La luz es el único medio de
expresión del artista. Debe utilizar medios ópticos para moldearla,
casi como un escultor moldea la arcilla. Debe añadir color y, por
último, movimiento a su creación”. Y
eso hace Bonet Vallribera añade pintura y metacrilato, geometría y
caos... para moldear, pintar, construir en una síntesis de
disciplinas artísticas e intereses plásticos.
Así sus obras cobran movimiento,
la dimensión temporal, unidas al color, fundamental en la pintura, y
al espacio proyectado de la arquitectura, recreando... Aunando,
las tres disciplinas fundamentales, este arquitecto de luz, podríamos
llamarle, es uno de los artistas ibicencos más comprometidos con las
corrientes actuales y más vanguardistas dentro del mundo del arte,
podemos ver un vínculo con la vanguardia contemporánea y europea
del momento, Bonet Vallribera comparte su lenguaje con artistas
contemporáneos de talla internacional tales como Olafur Eliasson, y
su tratamiento de la luz, Gerhard Richter, dentro su expresión más
constructivista, e Imi Knoebel y su pintura minimalista.
"Esperar. No cansarse de esperar la
alegría.
Sonriamos. Doremos la luz de cada día
Sonriamos. Doremos la luz de cada día
en esta alegre y triste vanidad del ser vivo".
"Sonreír con la alegre tristeza del
olivo" Miguel Hernández....
Es esta exposición una
declaración de principios, es un recorrido vital y como tal es
planteada. Es un conversar, un dorar la luz diaria, recorrer la
geometría de la sala y de las obras, invita a portarse como un rayo
de luz en el bosque...
Con ""Luz y geometría.
Conversaciones", Bonet Vallribera conecta los contrarios,
transita el paso de los opuestos para confabular la tesis con la
antítesis: lo natural y lo artificial: la madera noble versus el
metacrilato tecnológico, el lumen junto con la lux; pero también lo
opaco y lo vacío: la pintura y la transparencia, lo diáfano y su
reflejo; lo entrópico o lo gestual y lo
geométrico... En suma, la naturaleza versus lo humano como
construcción artificial.
Podemos afirmar que de estos
múltiples encuentros deriva una profunda conversación, lo
que Hegel llamó una síntesis, siendo esta la expresión más
honesta que Bonet Vallribera puede ofrecernos, su investigación
personal. Su trabajo artístico nace de ese cruce entre los opuestos
para alcanzar mediante el juego, la interconexión, la conversación
entre la luz y la geometría, la comprensión y por ende, una sonrisa
de complicidad, un deleite para el observador recreando un caminar,
un devenir, un asentimiento.
Plantea Bonet Vallribera un
itinerario, al igual que la luz recorre el espacio y lo va
descubriendo con su avance en el tiempo, así nos invita a un
recorrido vital, a que avancemos en un paseo que nos conecta a través
del juego, de la síntesis, nos propone y nos invita a revelar
al niño que hay en nuestro interior... Esa luz que se filtra
jadeante y extasiada por las ramas del bosque, entre las páginas de
un libro, de la vida, de la sala de exposición como contenedor de
este paseo artificial por la naturaleza; esa luz que inventa espacios
imposibles, que despierta nuestra imaginación, nos hace agacharnos,
empinarnos, rodear, enfrentar, en una interactuación
del observador con la obra de arte, significativamente siendo
disfrutada a través de acciones opuestas, con una inocencia
que arranca la sorpresa, la sonrisa, el juego... La
luz en Bonet Vallribera tiene cierto sentido del humor habitado por
esa tensión de vértigos y claridad, de transparencias y reflejos,
de opacidad y áreas abiertas.
Además en esta
exposición interviene fotografías, tanto suyas como del artista
plástico Pep Tur, integrando de esta manera otra disciplina visual a
su concepción global de la creación. Unas imágenes que a través
del lumen se expanden, diremos que se doran, y desarrollan ese juego
de síntesis habitado por la tesis versus la antítesis. Por otro
lado, nos proyecta un vídeo intervenido, un transitar por el
bosque... el observador como centinela de luz, revelándose en el
itinerario los más íntimos secretos de la luz... De esta forma
unifica arquitectura, escultura, pintura, fotografía y vídeo.
Multidisciplinar como siempre y como nunca...
Hay una obra que
concluye esta reflexión... "La casa dels meu somnis". Un sueño, un juego infantil, un recortable, elevado
a la categoría de arte, como tiene que ser, desde que los límites
obsoletos se quebraron y el artista tiene algo más que conversar.
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