Fotos cedidas por Julia Fragua |
Nos brindó Julia Fragua Serna (Àvila, 1963), licenciada en Bellas
Artes por la Universidad de Salamanca, y residente en Ibiza desde el año 2000, la oportunidad de disfrutar de una selección de su trabajo de los últimos diez años en Can Jeroni, el espacio expositivo del Ayto. de Sant Josep desde el 18 de junio hasta el 18 de julio de 2021.
Su pintura abre un interesante espacio entre la abstracción y la figuración donde Fragua se expresa a
través del collage. En esta década, 2011-2021, ha aplicado materiales poco convencionales como son telas, hilos, encajes… en combinación con diferentes
técnicas pictóricas clásicas, que definen un proceso
creativo donde se amplía los presupuestos estéticos:
crea fondos abstractos y matéricos, de una gran plasticidad a los que añade, como un guiño, un elemento
figurativo que le da una visión naturalista y lírica, a
lo que en un principio tenía una ejecución abstracta,
lo enriquece con una visión onírica. La figuración se
transforma en evocación.
Desde su primera exposición en 2011, su recorrido galerístico la vinculan a los más representativos espacios
expositivos de la isla, su presencia casi intermitente
en el panorama cultural de Ibiza la convierten en una
de las artistas emergentes de mayor solidez. También
ha realizado numerosas exhibiciones colectivas dentro y fuera de la isla, siendo en una importante representante de la nueva plástica femenina isleña.
Caben destacar sus series de “Collages y algún que
otro óleo” en 2011, “Playas, conchas, insectos y juguetes” en 2012, “Sábanas y Juguetes” en 2014, “Pinturas
y Collages” en 2015, “Cestas” en 2017, “Cesta y ropa tendida” en 2018, y “Paisajes desde la Ventana” en 2020.
En sus obras Fragua conjuga la belleza de los gestos cotidianos. La lírica que desarrolla procede de su
cotidianidad, de su entorno directo, hay mucho de
biográfico en su obra: paisaje luminoso de las ventanas, la ropa tendida, las sillas de la casa, los recuerdos
infantiles y al niño o niña que todos llevamos dentro.
Los objetos quedan sublimados por la luz que, como
pocos artistas ha sabido captar y materializar en el
lienzo, ellos brillan contagiados de un fondo rico en
posibilidades matéricas y colores luminosos que envuelven como en una atmósfera de ensoñación.
Es una verdad, la de Fragua, definida por la esencia
pura del paisaje, idealizado y silencioso; del objeto,
recordado y añorado; de la ilusión, cotidiana y diaria,
pero también del miedo, gris y frío. Hay presentes
otros colores, más cálidos, en la armonía del contraste. Ese equilibrio necesario para comprender lo que
eres, para no llegar a perderte.
Nuria del Río Pinto, comisaria de la Expo y critica de arte. Suficiencia investigadora Historia del Arte Univ. Granada
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