Detalle obra de Ulrichs |
La entrada al milenio trajo muchas incertidumbres y transiciones, algunas solo fueron creadas para aumentar la sensación de inseguridad del fin de siglo. (Algo que pasa con regularidad últimamente). A pesar de esto, a finales de ese simbólico año, para la familia Micus, sí fue un año de duelo, murió Eduard Micus y una real incertidumbre surgió… ¿Qué pasaría con su espacio? Efectivamente, en Micus la transición se dió. Hubo un relevo en la dirección, la hija de Micus, Katja, sería la nueva gestora del espacio.
El Espacio Micus se fundó en 1989, un lugar expositivo donde artistas locales, nacionales e internacionales tenían un lugar donde exponer y compartir experiencias con Micus como jefe de ceremonias. Eduard abría su casa ofreciendo una ventana no solo para sus obras, sino a este grupo de amigos, familiares y artistas; con su muerte, la encargada de hacer el relevo generacional pero no conceptual, fue su hija Katja.
Paradójicamente, a
como dice la canción: "Veinte años no es nada", la
ingente labor de Katja se ve en esta exposición inaugurada el 4 de
julio, y que clausurará en diciembre de este año. Inundan las
paredes de Micus obras de artistas de procedencia geográfica muy
dispar: desde Alemania, España, Austria, Suiza, Francia, Italia,
incluso Brasil y La India...
Como siempre abierto en
domingo, donde se recoge veinte años de exposiciones, conciertos,
performances e instalaciones, donde música, fotografía, grabados,
pintura y escultura han desfilado por sus paredes encaladas y por su
jardín mediterráneo. Cincuenta artistas, nombres internacionales:
Bechtold, Ulrichs, Bialas, Buthe, Haberpointner, Ghadirian;
nacionales: Hernández Pijúan, Guillem Nadal, Peix y locales:
Pagliari, Bonet Vallribera, Rahola-Matutes, entre otros muchos; han
formado parte de esta gran familia artística. Una muestra del
panorama contemporáneo actual con una media de cuatro exposiciones
al año, colectivas e individuales, con Micus como anfitrión,
siempre cómplice en su edificio y en la presencia permanente y
cambiante de su obra pictórica.
Como
siempre abierto en domingo, donde se recoge veinte años de
exposiciones, conciertos, performances e instalaciones, donde música,
fotografía, grabados, pintura y escultura han desfilado por sus
paredes encaladas y por su jardín mediterráneo. Cincuenta artistas,
nombres internacionales: Bechtold, Ulrichs, Bialas, Buthe,
Haberpointner, Ghadirian; nacionales: Hernández Pijúan, Guillem
Nadal, Peix y locales: Pagliari, Bonet Vallribera, Rahola-Matutes,
entre otros muchos; han
formado parte de esta gran familia artística. Una muestra del
panorama contemporáneo actual con una media de cuatro exposiciones
al año, colectivas e individuales, con Micus como anfitrión,
siempre cómplice en su edificio y en la presencia permanente y
cambiante de su obra pictórica.
Los diletantes tenemos la oportunidad de disfrutar de una cultura actual, artistas vivos principalmente, han ocupado las historiadas y sufridas paredes, techos y suelo de Micus, testigos mudos de muchas intervenciones, de muchas visitas y momentos emocionantes: se tocó por Bach, el responsable fue Miquel Àngel Aguiló, violonchelista; se clausuró el festival de performance “Territori”, por citar solo los últimos eventos.
Todo mi admiración y respeto por este grandísimo trabajo, silencioso y humilde, de Katja Micus, para esta isla mediterránea que es su hogar y que queda inserta en el panorama internacional del arte contemporáneo gracias a su gestión.
Nuria
del Río Pinto
Obras de Ulrichs |
Obras de Pagliari |
Detalle obra Pagliari |
Obras de Karakas |
Obras de Martin Bialas |
Obras de Haberpointner |
Detalle obra Haberpointner |
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